

apostas esportivas Uma despedida agridoce
No último jogo no Wanda Metropolitano de Luis Suarez, um artilheiro da história, o Atlético de Madrid Ele homenageou uma lenda já indispensável do clube de Rojiblanco com uma partida da qual tocou a vitória, embora não tenha sido possível, de última hora frustrado pelo cabeçalho de Nesyri a cinco minutos do final que culminou a classificação de Sevilha para o Liga dos Campeões UEFA Próxima temporada (1-1).
O irregular Testarazo, chegando por trás para caçar o embarque de Oliver Torres, desencadeou a apoteose da equipe da Andaluzia, que não viu nada claro nem o ponto na quase hora e meia do jogo anterior até o gol;Nível o gol marcado por José María Giménez para a equipe de Rojiblanco a meia hora do duelo, também liderou e entrou no Uruguai '9'.
Um artilheiro infinito.Seus 82 partidas oficiais (83 se você joga no próximo domingo contra o Real Sociedad) não atinge os 100 que a placa exige as lendas do Paseo de Las do Estádio Rojiblanco.Mas ninguém duvida que pertence à eternidade do clube de Rojiblanco, à memória coletiva dos fãs, aos homens que permanecerão para sempre na história de um clube com 119 anos de existência.
Luis Suarez começará outra aventura no final da temporada, mas seu legado, sua liga (o décimo primeiro da entidade, em 2020-21-21), seus 34 gols, que o leilão apoteósico contra osasuna no penúltimo dia da última campanha, O objetivo que culminou e coroou o Atlético em Valladolid como campeão sobreviverá ao mesmo tempo.Aclamado, com os 68.000 espectadores em pé, com o abraço efusivo de Simeone, com sua emoção, atestão o que foi e sempre será o atacante Charrúa para o Atlético.Uma lenda indiscutível.
Atlético é por agora o terceiro.Mas ele ainda deve garantir -o no último dia durante sua visita à Reale Arena de San Sebastián contra o Real Sociedad.Sevilha o persegue, em um momento, na ausência de um dia.É a única situação que eles precisam revelar as duas equipes, após o empate com o qual o confronto deste domingo foi resolvido no Wanda Metropolitano.
La clasificación matemática para la Liga de Campeones ha liberado al Atlético. Fue indudable la incidencia de ello en su despliegue, su ambición, en la forma con la que enfrentó su último duelo en casa del curso. Descargado del peso agobiante que ha soportado durante toda la temporada y del que se deshizo el pasado miércoles en Elche, el equipo de Diego Simeone fue un equipo desatado en la presión, convencido de su poder, relanzado.
El físico imponente de un insuperable Reinildo anuló a Ocampos (cambiado al descanso); entre Kondogbia, De Paul y Koke transformaron el medio campo en un territorio inhóspito para el Sevilla, que tardó cuarto de hora en enlazar cuatro pases; Yannick Carrasco, por un lado, por otro, por el centro, al borde del fuera de juego, promotor del caos en su imprevisible repertorio, planteó un jeroglífico a la defensa del Sevilla...
Otro Atlético diferente al de casi toda la temporada, que oprimió de principio al Sevilla. Incluso, por momentos, lo zarandeó. Pero, sobre todo, lo limitó a casi nada en ataque con todo lo que tenía en juego, el pase para la máxima competición europea que ya es suyo del todo. Sólo un tiro cruzado de En Nesyri en los 48 minutos del primer acto por los que extendió su control el conjunto madrileño sobre el bloque andaluz, derrotado en los balones divididos, las segundas jugadas, el orden táctico...
Hubo fases a lo largo de todo el primer tiempo, aunque en prácticamente todas se jugó a lo que quiso el Atlético, si iba para adelante o si iba para atrás, dentro del plan de Simeone, que incidió en las innumerables dudas que rodean al Sevilla entre su vertiginosa caída en la segunda vuelta. De los 18 choques desde el ecuador del campeonato, tan solo ganó cinco. No es casualidad. Es una evidencia de que no es el que fue en todo el primer tramo liguero.
El gol de Giménez a la media hora, imponente en el salto, incontestable en el remate, puso en evidencia el presente del Sevilla. Su cabezazo fue tan imparable porque nadie lo cubría a su alrededor, porque cuando se elevó para conectar el saque de esquina de Carrasco lo hizo tan solo que, en la dimensión de estos equipos, es una concesión inadmisible, más aún en la concentración que exige una situación como la suya.
La celebración con rabia del uruguayo desprende la dificultad por la que se ha movido en esta temporada, entre las lesiones y las circunstancias. Un grito al cielo reivindicativo del '2' rojiblanco, que abrió camino en el triunfo del Atlético e invitó a su adversario a una reflexión en el intermedio, no sólo por el 1-0, sino por casi todo. Implicó dos cambios: Jesús Navas por Montiel, amonestado; Tecatito Corona reemplazó a Lucas Ocampos, doblegado.
Fuera del once inicial, el futbolista mexicano entró para cambiar el partido. Salvo algún detalle, no lo hizo del todo. Siempre se movió el encuentro por los mismos parámetros, incapaz el Sevilla de remover el duelo hasta el gol de En Nesyri, incluso superviviente porque el Atlético no había aprovechado alguno de sus acercamientos sobre el área de Bono, como el cabezazo de Luis Suárez antes de su despedida del Metropolitano en el minuto 58 (sustituido por Matheus Cunha) o el disparo de De Paul que repelió el guardameta visitante a saque de esquina.
La respuesta del Sevilla fue el 1-1 de En Nesyri a última hora para clasificarlo para la Liga de Campeones y reponer en juego el tercer puesto en la última jornada.

Não entendo por que você deseja renovar Felipe, seja o que for, para não transferi -lo. Correra, pois outubro não é e a culpa é que Griezman, nem é isso, nem Koke. O ponto de vista deve ser renovado muitas posições na equipe.